GESTIÓN DEL CAMBIO

Programas de acompañamiento especializado, orientados a facilitar procesos de cambio al interior de la organización. El cambio implica impactos en la cultura (y las sub-culturas), vale decir, en los valores y prácticas de los miembros del equipo y/o áreas afectadas por el cambio.

 

Esto implica la necesidad de generar capacidades y competencias más allá de lo individual, desarrollando un aprendizaje a nivel colectivo cultural, de tal manera de lograr modificar y mejorar la dinámica organizacional a través de un aprendizaje compartido. De esta manera, se incorporan a la cultura las nuevas prácticas, manejando de mejor manera las posibles resistencias, y obteniéndose un aprendizaje a nivel de sistema.

Los Programas de Gestión del Cambio se desarrollan en base a tres grandes perspectivas de acción. En primer lugar, la que se denomina  Perspectiva Ideológica – Estratégica o el por qué y para qué del cambio. ¿Existe un sentido de propósito (Visión) de la necesidad del cambio? ¿El Por Qué del cambio moviliza y genera el sentido de urgencia necesario? ¿Está claro el Para Qué del cambio? ¿Es este cambio estratégicamente importante? Esta perspectiva constituye el punto de partida y base esencial para iniciar el proceso de Gestión del Cambio.

La Perspectiva Relacional, en la que se gestiona la dimensión humana del proceso. El cambio organizacional no es un fenómeno abstracto, es un proceso que se desarrolla a través de las personas, de sus motivaciones; emociones; valores; y creencias. No preocuparse de esta dimensión constituye un pasaje directo al fracaso. Aquí se acompaña a las personas y los equipos de trabajo, así como particularmente a los líderes, desarrollándolos como reales agentes de cambio.

Asegurando y alineando las dimensiones anteriores, se facilita el enfocarse en la tercera perspectiva que se ocupa de lo Estructural, implementando los cambios necesarios en las estructuras, sistemas y procesos, de manera de anclar el cambio en la organización formal. No debemos olvidar que el cambio organizacional implica modificar hábitos colectivos (cultura), así como hábitos de pensamiento y comportamiento en las personas, por lo que un proceso de acompañamiento sistemático y especializado se vuelve crítico para la exitosa implementación de cualquier iniciativa de cambio.

 

«La capacidad de aprender con mayor rapidez que los competidores quizás sea la única ventaja competitiva sontenible.»

(Peter Senge, MIT Organizational Learning Center)